Por: José Pérez Chene
Cabral.-Para aquellos que han tenido la suerte de viajar a Colombia,Puerto Rico, Venezuela y Cuba o a los que son nativos de esos paises,conocen al dedillo,que la tusa es la obra arquitectónica que se encuuentra en el corazon de la mazorca de maíz.
Los Dominicanos no solo la conocemos,sino que aprovechamos ese material de desecho en cada cosecha para darle diversos usos,a veces inimaginarios.
En este pueblo,mucho antes de que el papel sanitario se pusiera tan de moda,las letrinas tenian rincones en sacos o al granel grandes cantidades para limpiarse despues de realizar sus necesidades fisiologicas,con el argumento de que esta facilitatres funciones muy importante. (1-Que limpia,2-Que rasca,y 3-Que peina).
Además de esas tres forklóricas funciones,la tusa se usaba como combustible para generar calor para cocer los alimentos,pelar cerdos,asar batata,tapar botellas principalmente de la denominada bebida alcoholica triculí la que luego le llamaron tusita. Algunas mujeres las empleaban para quemarse la horquetilla del cabello y para elaborar algunas piezas artesanales.
Era común ver en nuestras calles y algunos callejones perras en calor corgando del cuello una especie de collar con un determinado número de pedazoz de tusas a fin de provocar que una determinada cantidad de perritos nacieran.
En la República Dominicana la tusa posee un valor encomiable a tal punto de nombrar a personas con ese apodo, y es común oir en cualquer nivel social o en cualquier esquina la frase “Por fin el encontro la tusa de su culo”.
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