Opinión

LA CURIOSIDAD MATÓ AL GATO

Por: José Pérez chene

POLO.BARAHONA- Hemos visto desfilar por nuestros ojos, caravanas de vehículos de todos los colores y de diversos modelos, de regiones muy lejanas, con el sano propósito de descubrir el misterio que encierra el mencionado “Polo Magnético” ubicado en la carretera Cabral, polo, y del que durante décadas  se ha discutido si realmente tiene la categoría de polo magnético o simplemente es una ilusión óptica.

Lo cierto es que esos curiosos turistas, regresan a su lar, cansados de ese largo recorrido y decepcionados, con la incógnita de la insatisfacción de no haber descubierto, de lo que tanta gente habla,  porque ahí no hay un ser viviente que dé una somera  explicación, salvo unos niños pedigüeños que habitan por esos alrededores y tienen como oficio pedir.  Y por otro lado con el sabor amargo de no regresar jamás a ese lugar arrabalizado, donde no existen las condiciones mínimas de seguridad, donde no hay un sanitario para realizar una necesidad fisiológica, los que a veces se ven obligados a hacerlo en los montes, y donde no hay un kiosco para comprar una botellita de agua para mitigar la sed;  como hemos publicado en ocasiones anteriores y por este mismo medio.

Sin embargo insistimos, en que el ministerio de turismo, en coordinación con los ayuntamientos de Cabral y Polo, aúnen esfuerzos, encaminados a invertir y mercadear en la industria del turismo local, construyendo pequeñas obras que le cambien la cara al entorno, y  les permitan más seguridad a los miles de turistas criollos y extranjeros, que se desplazan cada fin de semana, y días feriados, inspirados en la curiosidad del gato, para descubrir los verdaderos encantos con los que la madre naturaleza nos ha prodigado.